viernes, 11 de abril de 2008

El día que me enteré que iba a ser padre

El día que me enteré que iba a ser padre recuerdo que me dio un ataque de risa. Me encontraba en mi trabajo, en ese momento estaba hablando sobre informática frente a 50 estudiantes cuando sonó el celular y oh sorpresa.
Nunca sentí temor, fue un flujo eléctrico caliente que se regó por mi cuerpo, y una constante risa que todavía no se si fue de nervios o de felicidad, y aunque no era plan inmediato sentí como el mundo se me abría en una nueva rama por la que ahora debía empezar a caminar.
Tuve que parar la actividad y pedirles a los estudiantes que me excusaran (a ellos les pareció genial que se hubiera acabado la clase) de inmediato llamé a mi hermana y a mi mejor amigo a hacerlos partícipe de la noticia.
Mi hermana se hizo cargo de la comunicación a mis padres, por mi trabajo en ese instante no estaba cerca de Idril ni de mi casa, por lo que esos tres días que me quedaban de clases me sirvieron para meditar en soledad el flujo de acontecimientos que llegaron a mi vida, y para tratar de sanar palabras que llegaron al viento en medio de la angustia y que causaron pequeñas heridas.
Ser padre era algo que desde hacía más de 10 años había deseado, consiente en ese entonces que debía esperar el momento y las circunstancias, pero actualmente con una vida laboral y emocional estable, creo que el momento nunca está, es como muchas cosas de la vida en las cuales hay que embarcarse y aprender en el acto a guiar el timonel.
Por mucho que se sea “maduro” mentalmente, y que se lea acerca del tema y se aprenda de quienes ya hayan vivido experiencias similares, el aprendizaje es individual porque la final es nuestra propia vida la que se ve transformada y es uno quien debe aprender a asumir los cambios y en mi concepto, tratando de violentar lo menos posible la estabilidad emocional, para así no crear frustraciones futuras en el desarrollo de los proyectos personales, los cambios no significan echarlo todo por la borda, sino agregar ingredientes nuevos a tus perspectivas de vida.

2 comentarios:

Jessy dijo...

Hola!!! me habias comentado que ibas a escribir algo sobre el día que te enteraste que ibas a ser padre, y la verdad es que tenía mucha curiosidad de leer que era. Nunca me imagine que hubiera sido un ataque de risa !!!! es increíble ¿no?, hay una parte mágica en los humanos que nos hace anticipar algunos acontecimientos ¿qué será? nunca lo sabremos. Me encanta como escribes : ) Un abrazo. Bethy.

Pepe dijo...

No puede ser!!!, como está de preciosa la pequeña Sara, que ya no está tan pequeña por cierto. Espero poder disfrutar algún día de la infancia de mi sobrinita linda, me estoy perdiendo de su crecimiento, no olvide pulguita hablarle de las tías de Manizales. un abrazo gigante pa ti, Meche y la nenita hermosa