El poder de la hamaca no se puede negar, tiene la capacidad de hacernos caer r
ápidamente en un estado de sopor que nos lleva directamente al sueño. Este objeto, de fabricación indígena, es muy usado en las poblaciones americanas, y en mi localidad, al igual que a lo largo del Caribe colombiano es el mejor implemento para mantener a los bebés cómodos y tranquilos.
Tanto Aranel como yo, mi mamá (mi papá no porque él viene del interior del país, es Andino), mi abuela y de ahí hacia atrás hemos usado hamacas como requisito fundamental en la primera etapa de la infancia, y con almohadones, cobijas, esterillas o cualquier cosa que permita mantener la comodidad necesaria de por un bebé, se adaptan las hamacas con uno o dos palos (generalmente de escoba o trapero) para que su pequeño inquilino tenga la apertura necesaria para que se mantenga fresca.
Aranel tanto en la casa de la abuela materna como en la de los abuelos paternos tiene a su disposición esta comodidad, la cual hay que mecerla de manera constante para que la bebé no pierda el hilo de su sueño y pueda conciliarlo de manera fresca en estos momentos de tanto calor.
Hemos detectado que Aranel tiene su mayor acceso de rabia cuando tiene sueño, y se presenta generalmente en las tardes que en las mañanas, por lo que lo único que puede controlar eso es el dichosos bien inmueble que logra endulzarnos con su ir y venir hasta hacernos perder la batalla contra el estar consciente. Además permite realizar otras cosas mientras regularmente se hamaquea de un lado al otro la bebé.
Ha mejorado sus balbuceos, ya se escuchan más claros pero el esfuerzo y la cantidad de aire que toma para hacerlo, logra que terminen generalmente en tos y luego en hipo. La cabecita a su casi cuatro meses ya logra sostenerla pero no mantenerla totalmente erguida y sus ojos aún no han terminado de definirse.

Tanto Aranel como yo, mi mamá (mi papá no porque él viene del interior del país, es Andino), mi abuela y de ahí hacia atrás hemos usado hamacas como requisito fundamental en la primera etapa de la infancia, y con almohadones, cobijas, esterillas o cualquier cosa que permita mantener la comodidad necesaria de por un bebé, se adaptan las hamacas con uno o dos palos (generalmente de escoba o trapero) para que su pequeño inquilino tenga la apertura necesaria para que se mantenga fresca.
Aranel tanto en la casa de la abuela materna como en la de los abuelos paternos tiene a su disposición esta comodidad, la cual hay que mecerla de manera constante para que la bebé no pierda el hilo de su sueño y pueda conciliarlo de manera fresca en estos momentos de tanto calor.
Hemos detectado que Aranel tiene su mayor acceso de rabia cuando tiene sueño, y se presenta generalmente en las tardes que en las mañanas, por lo que lo único que puede controlar eso es el dichosos bien inmueble que logra endulzarnos con su ir y venir hasta hacernos perder la batalla contra el estar consciente. Además permite realizar otras cosas mientras regularmente se hamaquea de un lado al otro la bebé.
Ha mejorado sus balbuceos, ya se escuchan más claros pero el esfuerzo y la cantidad de aire que toma para hacerlo, logra que terminen generalmente en tos y luego en hipo. La cabecita a su casi cuatro meses ya logra sostenerla pero no mantenerla totalmente erguida y sus ojos aún no han terminado de definirse.
3 comentarios:
Hola Hola !!!! no puedo creer lo grandeque esta ya!!!!! que hermoso leer su evolución, todo suena perfecto y taaaaan normal. Gracias a Dios tienen un niña muy sana y hermosa!!!! Y si . las hamacas son LO MAXIMO!!!! Un gran beso a los tres. Bethy.
Tuor, queria preguntarte como haces eso de la hamaca, porque voy a ser tia muy pronto y tenemos una hamaca en mi casa, que seria muy buena idea utilizarla de esa manera, podrias ser un poco mas explicito? especialmente con la aprte del palo, para que no se suelte y pueda golpear a la bebe.
¡Yo quiero! qué plácido sueño ¡qué enorme bostezo!
Está hemosísima.
Un abrazote.
POLI.
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